Las bebidas producidas por la fermentación como los vinos espumantes y cervezas, poseen unas texturas especiales que en reducción (proceso de evaporación de los líquidos a fuego bajo) se transforman en excelentes salsas gourmet.
Por otro lado, las bebidas destiladas poseen aromas extraordinarios, pero elevados en porcentaje de alcohol, lo que impide que el paladar humano perciba la totalidad de los sabores en los platillos. Por eso, los destilados deben ser evaporados o quemados para la mayoría de las recetas de alta gastronomía.

Los colores de estas bebidas se acentúan con la evaporación, y adquieren tonos especiales para la decoración de platos. Un buen vino tinto, en la reducción, queda de un color rubí intenso y muy brillante. Normalmente se emplea mucho en estofados de carne, pero también es exquisito en salsas para fresas, moras, peras, y manzanas.
Los vinos blancos son perfectos para las marinadas y salsa de pescado, mariscos y aves, pero también combinan muy bien con duraznos, naranjas y piñas, ya que mejoran los sabores y colores de estos ingredientes.
Una preparación criolla que queda excelente con ron, es el asado negro, especialmente cuando la carne se dora en papelón a fuego alto y se le incorpora un chorro de ron para rescatar los aromas. Sin duda el ron queda muy bien con ají dulce y papelón, mezcle estos ingredientes y elabore una espectacular salsa para tequeños. También el ron da un toque especial a la mezcla de leches para el tres leches, o agregando unas gotas en el café para transformarlo en un carajillo.

Fuente: Guía de licores (supermercados unicasa)